viernes, 10 de julio de 2015

                                                         La juventud y las drogas 

Por varias décadas la juventud está expuesta a las drogas, los jóvenes consumen estas sustancias por problemas domésticos, por rompimientos de amoríos, ser el más popular o por sentirse parte de un grupo de individuos, probar las sensaciones que sus compañeros hablan en clases, etc.  

  

Desgraciadamente, con frecuencia los jóvenes no ven la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana. Ellos se sienten que los problemas causados a la familia, personas que las rodean e incluso así mismos no les afecta o son inmunes ante estos. 

Los jóvenes consumen sustancias legales e ilegales, en algunos países es tan fácil conseguir una botella de licor o una caja de cigarrillos, por lo que no dudan en consumirla, el uso temprano de estas dos sustancias es el inicio para el consumo de otros tipos de drogas con daños aún peores. La etapa de la adolescencia es el tiempo en que uno prueba o experimenta nuevas sensaciones y se está más vulnerable para el consumo de distintas drogas. Es difícil determinar que individuo va a experimentar y tener autocontrol para detenerse, y cuáles van a desarrollar problemas serios. 

Las consecuencias por el consumo, dependen del tipo de droga que se consume, sea esta una sola o como en la actualidad la combinación de dos o más tipos;  las consecuencias de esto pueden identificarse y verse reflejadas en diferentes aspectos, tanto en lo personal, familiar, social, como en lo laboral.
  •  Cambian la forma en que las células nerviosas -llamadas neuronas- se comunican, alterando la producción de sustancias químicas en el cerebro.
  • La cocaína  hace que los vasos sanguíneos se estrechen, restringiendo el flujo de la sangre. Esto obliga al corazón a trabajar más fuerte para bombear la sangre por el cuerpo.
  • El corazón puede trabajar tan fuerte, acelerando sus latidos, que temporalmente pierde su ritmo natural deteniendo el flujo de sangre.
  • Tomar dosis altas de anfetaminas aumenta, de manera peligrosa, la temperatura corporal y la posibilidad de convulsiones.
  • Generan adicción.
  • Al suspender su uso, aparece síndrome de abstinencia con síntomas como: fatiga extrema, depresión y dificultad para dormir.
  • El abuso de algunos estimulantes (a veces dentro de un periodo corto de tiempo) puede llevar a sentimientos de hostilidad, ver cosas que no existen o pensar que otras personas quieren dañarnos.
Estas son algunas consecuencias que produce al consumir cualquier estupefaciente, más adelante aclararemos estos y otros puntos más a fondo.




El uso indiscriminado de cualquier estupefaciente afecta a la personas que verdaderamente nos quieren, pero estamos segados por la sensación de placer que sentimos que no vemos a esas personas como una ayuda, por lo contrario las vemos como un personaje malo en nuestro vida. Debemos tomar conciencia que no llegaremos a ningún lugar o metas que planteamos por estar absorbidos en nuestras frustraciones o depresión sea cual sea esta, debemos enfrentarla por otros medios apoyándonos en nuestros seres queridos esencialmente nuestra familia.